DIARIO DE NAVARRA SÁBADO 28 DE ENERO DE 2006

Llegan a la Ciudadela los 'Reflejos y Piedras'
de Tomás Sobrino

· La muestra recoge 22 obras de este representante de los Pintores del Bidasoa
· “ La pintura debe servir al hombre para crear nuevas expectativas y ayudarle a reflexionar”, dijo el autor

A.P. PAMPLONA
La particular visión del pintor Tomás Sobrino (Elizondo, 1953) sobre los reflejos y las piedras cuelga de las paredes del Polvorín de la Ciudadela en forma de 22 piezas desde ayer y hasta el 5 de marzo, en la que es su primera exposición individual en Pamplona.

Sobrino forma parte del llamado grupo de los Pintores del Bidasoa que, según José Luis González, director del Área de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona, se caracteriza por «la manera propia de vivir, sentir y expresar el paisaje que les rodea». «El lenguaje figurativo de Tomás Sobrino, íntimamente ligado a la naturaleza nos presenta una mirada, un trazo pictórico y una paleta cromática casi tan fluctuante como la naturaleza», afirmó González.

«Para mí la pintura es un camino de conocimiento. Es un viaje a lo desconocido, mi viaje a Ítaca y eso es lo que me enseña. La pintura no es algo que me tenga que servir sólo a mí, sino que tiene que servir al hombre para crear nuevas expectativas y ayudar a reflexionar. Por eso me importa el proceso, lo que ocurre cuando se pinta”, aseguró Sobrino, de 53 años, que también explicó que lo que más le interesa de las piedras son las huellas que deja “el paso del tiempo”, “esa pátina que van dejando musgos y líquenes”, que le ayuda a descubrir cosas.

Además, Sobrino planteó la necesidad de dejar hablar al propio cuadro. “Me planteo la pintura como una conversación, porque a un cuadro no hay que imponerle criterios, sino escucharle y descubrir cosas con él”, apuntó.